29 de julio de 2005

La materia es mi madre

"Yo me como a mi madre en el pan y en el vino.
Oh materia materna.
Tú estás escrita en todas las letras de los árboles.
Tu memoria está escrita en la corteza.
Labrada en roca hermética, en la arena y la playa.
En la ciudad está tu viudez y tu brío.
Tu mano está conmigo en todas partes.
De la abundancia de tu corazón
habla mi boca.


Ahora eres mi hija
ya vuelta inspiración como una nube.


Tú trabajas en mí. Riegas mis árboles. Atiendes
tu labor sin fatiga, ordenándolo todo.
Callada, pero múltiple, preparando mi viaje.
Siempre despierta en un insomnio fúlgido.
Segadora del trigo que sembraste llorando.
Ahora libre en toda tu riqueza.


Mirando el tiempo mío en un día sin tiempo,
tú bebes en mi-copa.


La mano del demonio
me llama desde el árbol de la ciencia.
Me llama por mi número.
Me regala su reino
por un verso de orgullo contra el polvo
del que nací, y al cual retornaré
como mi madre.


Ella está en mí. Yo, en ella. Ambos estamos
dentro de un mismo vientre, reunidos
adentro de las cosas que existen y se mueren
de su existencia, adentro de los árboles,
donde despunta el sol en sus raíces.


Porque si soy el día, ella es la aurora,
ella es la identidad, y yo su idea fija.

Ambos desembocamos en el vientre
de la madre común, estremecida
en su virginidad preñada por el fuego.


Estoy creado en fósforo. La luz está conmigo.
La materia es mi madre."

Gonzalo Rojas
De La miseria del hombre, 1948

1 comentario:

Abril Lech dijo...

Definitivamente...
Ya no estoy segura (tanto) que la poesía no me guste...
Será que no la se escribir...
Gracias Lau