María Laura:
Hace tiempo que tengo establecido que las bodas, entre otros acontecimientos, son patrimonio de los jóvenes. En esos casos a los ancianos no saben donde colocarlos, así como cuando en su casa tiene un jarrón -que le regalaron y del que no puede desprenderse - y no sabe donde diablos ponerlo y se lo lleva por delante a cada rato. ¿Sabe donde se mueven con soltura y se sienten como en su casa? En los velorios. Allí todo el mundo los atiende y los considera como temiendo oir una voz que diga, pase el que sigue...
Lo que en verdad lamento es no haber, todavía, conocido al caballero. Fíjese si me llego a ir antes del sábado y me atajan Bebé y Mercedes y me someten a un interrogatorio. ¿Qué les digo? No deja de ser un papelón.
Bueno, les cuenta todo usted, en la iglesia, es la mejor via, más rápida que internet.
María Laura todo, absolutamente todo lo bueno y tenido para repetirlo, todo lo perdido, todo lo que faltó, todo lo ganado y lo por ganar, todo lo merecido, todo lo por construir les deseo que encuentren a partir de ahora.
De todos modos el sábado estaremos juntos en algún punto entre la tierra y el cielo, y si en plena ceremonia oye toser, no pegue un salto, los espíritus también pueden tener bronquitis.
Los abrazo a los tres, a Ud. la privilegio con un beso.
Laureano
Y cada vez que leo tu carta lamento haberme perdido ese papelón ...¡¡¡ CELESTIAL!!!!
1 comentario:
Recién lo veo Lau...
Y debo confesar... Se caen solitas las lágrimas...
Por cada inicial que Ud puso tan delicadamente. Y por qué no decirlo, por usted y por mi que hemos cambiado pero no tanto desde aquella época...
Lau,
Lo que digo, los amores dentro del corazón y a perpetuidad.
Sean de la especie que sean...
Mis Besos de Abril...
En Mayo
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